—Por qué no giraste la llave… ¡Por qué!
—Por un momento pensé que la Humanidad merecía una segunda oportunidad. —Alzó la mirada y contempló la tierra devastada que se extendía hasta donde alcanzaba la vista—. Que Dios me perdone. Me equivoqué.
—Por qué no giraste la llave… ¡Por qué!
—Por un momento pensé que la Humanidad merecía una segunda oportunidad. —Alzó la mirada y contempló la tierra devastada que se extendía hasta donde alcanzaba la vista—. Que Dios me perdone. Me equivoqué.